“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Romanos 12:2
Notemos las últimas palabras: agradable y perfecta. ¿Acaso hay algo mas agradable y perfecto que saber que estamos dentro de la voluntad de Dios? ¿Y que fuese lo que hagamos al final Dios por su soberanía está en control de absolutamente todo? ¡Qué palabras de lo más alentadoras: La buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”!
Rick Wade en su artículo “La soberanía de Dios” menciona: “Si bien tenemos la capacidad y la responsabilidad de elegir, podemos tener la confianza en que el plan de Dios será realizado, que sus promesas se cumplirán y que finalmente todo saldrá perfectamente.” Si bien tenemos esta promesa, ¿Cuál es nuestra responsabilidad como seres humanos? ¿Acaso tenemos responsabilidad en nuestras decisiones? Claro que sí. Si bien Dios está en control de todo, y al final EL es un omnisciencia, ya lo sabe todo, nosotros somos responsables de nuestras elecciones y decisiones. Deuteronomio 30:15-19 dice “Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal….escoge pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”. Este versículo nos habla de la libertad de elección que tenemos. Ahí recae nuestra responsabilidad, en elegir la vida que agrada a Dios, en vez de la desobediencia y el pecado.
Nuestra responsabilidad está también en renovar nuestro entendimiento cada día y parecernos cada vez más a Cristo, “porque es necesario que El crezca y que yo mengue.” Juan 3:30
Parecernos mas a Cristo conlleva consigo el no conformarse a este mundo. Otra versión de la Biblia (Biblia de las Américas) dice: “No os adaptéis”, la palabra original griega se traduciría co-formado. Esto quiere decir no nos formemos o tomemos la misma forma de este mundo. Este mundo que está cada vez mas caída, humanista y ambicioso. Sino mas bien debemos según Gálatas 4:19 “… hasta que Cristo sea formado en vosotros”.
¿Cuál es el plan específico que Dios tiene para mi vida? En realidad, no lo sé, lo que sí sé es que es buena, agradable y perfecta, y puedo descansar en esa promesa. Y puedo terminar con lo que dijo Job, un hombre probado por Dios: “Mas EL conoce mi camino, me probará y saldré como oro”, Job 23:10.