top of page

La esperanza de confiar en la soberanía de Dios


ROMANOS 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

Durante los años que tengo de creyente, (que en verdad son muchos, porque entregué mi vida a Cristo cuando tenía doce años de edad y hoy tengo cincuenta), he oído pronunciar este pasaje en reiteradas ocasiones, ya sea en prédicas (a pastores), y a creyentes cuando algún hermano en la fe, atravesaba un episodio difícil en su vida (problemas económicos, de salud, familiares, sufrimientos por diversas causas).

Lo cierto es que se convirtió en un pasaje muy conocido y familiar para mí, al punto que yo misma lo utilicé muchas veces para animar a quienes atravesaban tiempos de prueba. No obstante, tenía la inquietud de profundizar en su significado y por esta razón, decidí estudiarlo y descubrir lo que realmente Dios quería decir con “todas las cosas ayudan a bien”.

Cuando se atraviesa una tormenta en la vida, es muy difícil pensar que ésta, puede redundar en algo bueno o positivo para nuestras vidas.

Sin embargo…

“…y sabemos”, es interesante apreciar que el tiempo del verbo “sabemos” en el idioma original en el que fue escrito, es el tiempo perfecto, que evoca una acción que se llevó a cabo en el pasado. En otras palabras, no se trata de un conocimiento reciente, sino de un conocimiento desde mucho tiempo atrás, que refleja una certeza, una convicción de algo.

“…que a los que aman a Dios”, el tiempo del verbo “aman”, en griego es presente, el cual hace referencia a una acción continua, por tanto, una traducción más precisa debería ser: “que a los que están amando y continúan amando a Dios”. No es alguno que dice amar a Dios, sino que se trata de un creyente que manifiesta permanentemente su amor a Dios. ¿Cómo se evidencia ese amor? La propia escritura nos enseña que, amar a Dios es igual a obediencia. Juan 14:23ª”Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará…”

“…todas las cosas….” El término “todas” implica, cada una, de todas las clases o tipos. Se refiere tanto a lo que causa alegría y gozo, como a las cosas o circunstancias que generan frustración, impotencia, angustia, sufrimiento dolor.

“…ayudan a bien” ‘ayudan’, proviene del término griego “sunergeó” y significa, cooperación, unir las fuerzas, trabajar unidas. Es de donde proviene el concepto en español ‘sinergia’ (se utiliza para describir la acción de dos o más causas, que producen un resultado superior, al que se lograría con la suma de los efectos individuales). Aunado a esta descripción, es importante indicar que el verbo “ayudan” también se encuentra en tiempo presente, lo que significa que todas las circunstancias de la vida, gratas y no gratas, están trabajando continuamente unidas para “bien”, es decir con un fin o propósito favorable, útil, conveniente, recto, honorable y feliz.

Es un pasaje que está dirigido exclusivamente a los hijos de Dios (conforme a su propósito son llamados) y que nos llena de esperanza y fe.

Adicionalmente, al acercarme un poco más al contexto y revisar el versículo 29, me di cuenta que todo lo que vivimos como hijos de Dios (“a los que conforme a su propósito son llamados”), aún los momentos de sufrimiento y dolor, redundan por Su Soberana Voluntad, en moldear nuestro carácter, para asemejarnos más a nuestro Señor Jesucristo. “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo”.

¡Qué esperanzador resulta entender que podemos confiar en la Soberanía de nuestro Señor!, porque sea que atravesemos por momentos de quietud, o momentos de conmoción, si tenemos una vida de obediencia a nuestro Señor, y estamos sintonizados con Su Palabra, todo colaborará y se potenciará para nuestra madurez espiritual.


51 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page